Hoy despues de muucho tiempo pisamos suelo argentino, una sensacion de alegria, ansiedad, felicidad por lo conocido, por las costumbres, por ver a la señoras tomando mate en las veredas, la pasividad de las horas de la siesta.
Despues de un viaje maratonico desde La Paz a Villazon, y desde La Quiaca a Salta, nos acomodamos en un hostel muy lindo cerca de la plaza principal. Nuestra mejor bienvenida a nuestros pagos nos la dio Don Jose, el dueño del restaurant donde cenamos hoy, toda su amabilidad y entrega estuvieorn presentes desde que entramos hasta que nos fuimos.
No queda tanto camino por recorrer para volver a casa, pero el camino interior fue muy largo y feliz, la nostalgia de dejar de trotar por el mundo sigue presente; pero seguiremos andando pese a anclarnos fisicamente nuevamente en nuestras ciudades. Seguiremos andando con todo lo aprendido, todo lo vivido, mirando el mundo desde otra optica, reafirmando algunas desiciones tomadas anteriores a este viaje y otras cambiaran, porque de algun modo nosotros cambiamos tambien, no se si somos mas o somos menos, simplemente somos felices.